La publicidad online para PYMES en 10 puntos
Internet ha democratizado de forma abrumadora muchos sectores comerciales, productivos e incluso personales. No sólo ha permitido que cualquier persona con un móvil con cámara y cierta soltura escribiendo pueda ser periodista en un blog. O que las señoras del mercadona puedan contarle al mundo qué contiene su carrito de la compra a través de vídeos de Youtube. Hay más: en el ámbito de la publicidad, internet ha abierto una puerta que lo ha transformado para siempre.
Ya no hacen falta grandes presupuestos para llegar a la gente; la tienes a un click de distancia. La cercanía y nuevas formas de la publicidad en internet permiten que los clientes potenciales de una determinada marca sepan al menos de su existencia, pues la falta de visibilidad es uno de los grandes problemas de las PYMES y su sistema publicitario.
Ahora bien, vivimos en una sociedad mucho más acostumbrada a las nuevas tendencias y hastiada de la publicidad convencional, aquella que te vende de forma evidente sin aportarte nada a cambio. Se acabó esa etapa de los anuncios televisivos y los carteles a todo color. Y no me refiero a que haya acabado, pues sigue siendo el negocio de las grandes marcas y sus enormes presupuestos. Me refiero a una nueva publicidad, la que ofrece al cliente potencial una experiencia distinta que, sin duda, valora más que la simplicidad de lo que veníamos viendo.
Cómo sacar provecho a la publicidad en internet
Si eres una pequeña marca y no sabes si esto es lo tuyo, deja de pensártelo. El futuro está aquí, y estas son las razones por las que hay que aceptar que la publicidad online y sus nuevas formas han venido para quedarse:
- Estar en las redes sociales. Facebook, Twitter, Instagram: los gigantes de las redes en este momento. No estar en ellas significa no existir para un target joven, que poco a poco acumula más franjas de edad.
- Buscar lo viral. Hacer que un contenido sea compartido por miles de personas significa haber triunfado en el mundo de la publicidad. La viralidad es lo que se pide de una publicidad moderna, y eso sólo se puede conseguir con las herramientas que te da internet y las nuevas formas de storytelling.
- Marcar la diferencia. Hacer anuncios sacados de una fábrica no funcionarán nunca en el mundo de hoy. La gente adora lo diferente, lo que les sorprende y emociona, y a eso es a lo que hay que aspirar.
- Diferentes formatos para diferentes clientes. La gran variedad de opciones que ofrece el medio online permite que la publicidad tenga diversidad. Así, una misma idea publicitaria puede adaptarse a multitud de plataformas y ser igual de exitosa en todas ellas.
- El feed-back. Con los anuncios tradicionales era mucho más complicado saber el alcance de una campaña publicitaria. Con internet, es mucho más fácil medir los resultados, sobre todo gracias a herramientas como Google Analytics.
- Un presupuesto asequible. Ya lo decíamos antes: no hace falta gastarse miles de euros en una campaña publicitaria, sino ser lo suficientemente ingenioso como para llegar al cliente. Lo importante aquí es, ante todo, la imaginación.
- Confianza. Internet ya forma parte indispensable de nuestras vidas, y el miedo que en un principio se tenía a su seguridad se ha ido diluyendo. Bien al contrario, hoy es un sitio en el que la mayoría de la gente pasa horas y horas de su tiempo diario, y donde las cosas le parecen más apetecibles y accesibles que en una pantalla de televisión.
- Modernidad. Usando las miles de posibilidades que internet da a tu publicidad, estás mandando un mensaje adicional: somos una empresa moderna, sabemos en qué época vivimos y queremos compartirla contigo.
- Ahorro de tiempo. Los grandes rodajes de anuncios televisivos siguen siendo propiedad de las grandes marcas, y sus timings van en consonancia con sus recursos. Una pequeña empresa no puede permitirse tal cosa, por lo que la publicidad online es una solución efectiva y rápida, aunque siempre con la base de una buena idea.
- Contar con profesionales. Al final, no todo el mundo es un buen publicista. Es más, puedes tener una gran idea pero no saber cómo llevarla a cabo. Para ello existen productoras audiovisuales que se encargan específicamente de construir un contenido para internet, y por ello trabajan mano a mano con el cliente para conseguir sacar el máximo partido al potencial de su propuesta.