Aunque todavía es pronto para hablar de unas herramientas de realidad virtual extendidas y fácilmente utilizables, la popularidad de este tipo de técnicas crece a pasos agigantados. De hecho, su búsqueda global en el buscador de Google ha crecido este año hasta cuatro veces, lo que muestra no sólo un avance de la tecnología sino también un interés social, sin duda avivado por las constantes referencias en la cultura popular.
Y es que, al igual que los viajes en el tiempo o las aventuras intergalácticas, la realidad virtual siempre ha sido un tema estrella en la ciencia ficción. Sin embargo, en la actualidad es una realidad más que probable gracias al aumento de la calidad de los dispositivos móviles. Uno de los ejemplos más claros son las Google Cardboard, que consigue con un par de trozos de cartón y un móvil crear un aparato de realidad virtual, que ha supuesto el primer contacto de muchas personas con esta tecnología.
La realidad virtual es toda una revolución. Ya no basta con mirar y escuchar, sino que hemos llegado a una necesidad de inmersión total, donde todos nuestros sentidos pueden estar conectados a una misma realidad alternativa. ¿Cómo afecta esto al público? Básicamente, que pueden estar sentado en la primera fila del concierto de Adele o ver alguna de las siete maravillas del mundo desde el salón de su casa. No hay límites. La realidad virtual es lo más cercano que tenemos hoy día a la teletransportación, otro de los grandes descubrimientos de la ciencia ficción.