Si la vida entera gira en torno a las redes sociales, no es de extrañar que la publicidad también lo haga. Es por eso que las campañas ‘social media’ son cada vez más importantes en el éxito de una marca o empresa. Su alcance y capacidad de interacción con los clientes potenciales la convierten en un arma indispensable para hacer llegar un mensaje determinado.
En FOCALIZANDO somos conscientes de esto, y lo aplicamos. Aquí te dejamos 10 consejos básicos para empezar a plantearte cómo debería ser tu campaña publicitaria en redes sociales.
10 consejos muy útiles
- Conoce tus objetivos. Jamás podrás triunfar (en nada, en realidad) si no sabes a dónde quieres que te lleven las acciones que realizas. Es muy sencillo: papel, lápiz y un buen equipo que aporte sus perspectivas sobre el asunto, todo para determinar cuál es el resultado que quieres conseguir con la campaña en cuestión. Antes de correr, hay que andar.
- Definir el target. Muy estrechamente relacionado con el punto anterior, está el proceso de identificación del público objetivo. Esto es, simplemente, pensar a quién quieres que llegue tu campaña, y cómo hacer que sea efectiva para ese grupo de personas. Hacer algo genérico para que llegue a todo el mundo mundial no ha sido nunca una buena estrategia. Las campañas apelan a sentimientos o tendencias con las que grupos de edad o clases sociales se identifican más que otras.
- Facebook no es Twitter, y viceversa. Un error común en las campañas en redes sociales es pensar que todas las plataformas son iguales. Nada más lejos de la verdad: cada una de ellas tiene sus particularidades, su interacción con los usuarios, sus signos de identidad y las cosas que funcionan y las que no. En Twitter prima el mensaje, en Facebook el meme y en Instagram la fotografía de calidad. Cada mochuelo a su olivo.
- Imaginación. Como hemos dicho incontables veces en este blog, nunca es bueno venderse a uno mismo. Es mucho mejor que tu imaginación, creatividad, sentido del humor y capacidad de emocionar se transmitan a través de historias o momentos suficientemente genéricos para que todos los adopten y necesariamente específicos para que se ajusten a tu empresa y su filosofía.
- Ser constante. En las campañas ‘social media’, no vale darle mucha caña un día y, al siguiente, flojear en los contenidos. Antes de empezar, tiene que haber un plan de contenidos claro y consistente que permita que, durante el tiempo establecido de duración de la campaña, todo se ajuste a unos tiempos. No es en vano, son tiempos pensados también para mejorar la efectividad de la campaña.
- Busca la colaboración. La interacción con el usuario es difícil, pero muy efectiva. Si tu campaña se enfoca, como ya hizo la del ‘Ice Bucket Challenge’, a apelar a la gente para que forme parte de ella, el impacto será mucho mayor. Darles la posibilidad de compartir fotos, o incluso de ganar obsequios, puede relanzar una estrategia demasiado aburrida.
- Personalizar. En relación con lo anterior, pero en una línea algo diferente, se ha comprobado la eficacia de crear una plataforma donde el usuario pueda personalizar ciertos productos. De esta forma, estás conectando lo que necesitas: clientes y productos. Y, además, dándoles un aliciente.
- Crea un hashtag. En Twitter, no hay campaña sin hashtag. No sólo te ayudará a saber qué se está diciendo del tema, sino que también creará una etiqueta capaz de expandirse y ser utilizada con normalidad. De alguna manera, haces partícipe de nuevo al cliente.
- Atento a las estadísticas. No hay que empezar a mirar números una vez acabada la campaña. ¡Se miran desde el principio! Muchas veces ocurre que la estrategia planteada no ha sido la adecuada, o que llega, sorprendemente, a un nicho de mercado que no habías previsto. Es clave conocer todo esto para poder tener la opción de reaccionar y corregir los errores. Una campaña nunca está perdida hasta que se acaba.
- Deja huella. Creatividad, interés, trascendencia… Todos son elementos indispensables para triunfar en las ‘social media’. Al final, lo importante en todo ámbito publicitario es que te recuerden. Dejar huella.