El vídeo más visto de Youtube en julio: claves del éxito
Si el vídeo más visto en junio de este año tuvo como protagonista a una estrella internacional como Cristiano Ronaldo, uno de sus factores de éxito, el que más reproducciones ha conseguido en el mes de julio en Youtube también cuenta con su famoso particular: el luchador John Cena. Pero, ¿qué elementos han convertido a esta pieza de apenas 4 minutos en un fenómeno de más de 15 millones de visitas?
En el vídeo, podemos ver a la superestrella John Cena sorprender a sus fans más incondicionales. Todo forma parte de la promoción de una nueva tienda de aparatos electrónicos, Cricket, que muy inteligentemente ha querido recurrir a las más sutiles técnicas de publicidad. Esto es, no hace publicidad.
El anuncio, de cerca de 4 minutos, nos muestra una especie de casting. Un grupo de encargados de la tienda están entrevistando a seguidores del luchador de wrestling para que sean los protagonistas de un spot ficticio que están preparando. Lo que no saben es que, de hecho, ya lo están protagonizando. En esa entrevista, les preguntan por qué les gusta Cena, por qué quieren ser como él, por qué es su ídolo. Y como colofón final les piden que lo presenten como si estuvieran en un auténtico ring de la WWE.
Es entonces cuando el luchador rompe el cartel publicitario que hay detrás de ellos y aparece en escena, causando escenas de euforia. No falta detalle: le acompañan dos hombres tocando a la trompeta la música oficial de sus entradas en el combate.
Desde Focalizando, expertos en vídeo marketing, identificamos una serie de elementos que le han llevado al éxito en el pasado mes de julio.
- Una estrella en el reparto. Contar con una cara conocida en una campaña publicitaria es siempre un valor seguro. Podrá funcionar mejor o peor, pero el efecto en el espectador es inmediato, y raramente le deja indiferente. La elección de alguien como John Cena, casi un emblema nacional en los Estados Unidos, es un sabio movimiento. No sólo por su condición de famoso atleta y actor de cine, sino también por su conocido carisma y sentido del humor. La cercanía, eso siempre es un valor seguro.
- La cámara oculta. Desde que empezó a utilizarse esta técnica para la promoción de diferentes productos o empresas, su influencia no ha disminuido ni un ápice. Sorprender a la gente, darles algo completamente real y palpable, convierte a un simple anuncio estereotipado y artificial en un vídeo con el que poder identificarse.
- La emoción, la ilusión. La palabra clave en este spot es, sin duda, la empatía. Todos tenemos una pasión, un ídolo, alguien por el que sin duda gritaríamos hasta la extenuación. Por eso, ver que un grupo de personas son sorprendidas por esa persona, ver la emoción en sus ojos y sus saltos de alegría, es algo que a todos en el fondo nos alegra.
- Es divertido. La combinación del carisma de John Cena y la cómica situación de sorpresa entre los escogidos para el casting dan como resultado una serie de situaciones muy divertidas. ¿Y a quién no le gusta la diversión?
- De menos a más. El punto anterior tiene mucho que ver, además, con una estructura bien planificada. Desde el principio te avanzan lo que pasará, con una pequeña introducción muy catchy. Entonces empezamos a ver a las ‘víctimas’, y durante un minuto escuchamos sus declaraciones, algo que a priori no es interesante para el espectador pero que, con la promesa de lo que pasará, nos resulta más gracioso aún. ¡Ellos allí hablando y John Cena escuchándolos desde el centro de control! Y el final apoteósico, con un montaje que ayuda a potenciar ese momento épico del fenómeno fan.
- La publicidad encubierta. ¿Para que es todo esto realmente? Como apuntábamos antes, ¡para una tienda! Realmente, poco se menciona durante el spot, y ese es su mayor acierto. ¿Intentan venderte algo directamente? No, no se les ve el plumero en ningún momento, aunque todos sabemos en qué tienda se encuentran y por qué se hace lo que se hace. El caso es que el valor que te aportan es mayor, más enriquecedor, que el saber que estás viendo, simplemente, un anuncio.
