Cuando vemos vídeos con un elevado número de usuarios, nos preguntamos cómo se ha conseguido y de qué forma podemos obtener ese éxito con un vídeo propio.
Hay algunas pautas que pueden tenerse en cuenta para ayudar a conseguir que un vídeo sea viral:
- La duración del vídeo. El tiempo del usuario es muy corto en cada vídeo. Antes de visualizar, todos vemos la duración. Si el vídeo pasa de los 2 minutos, muy pocos usuarios o potenciales consumidores van a verlo. Una interesante encuesta realizada por el diario norteamericano The New York Times, arrojó datos concluyentes: casi un 20% de las personas encuestadas aseguraban dejar de ver un vídeo pasados 10 segundos. Un 44% abandona al minuto.
- ¿Cuál es el mejor momento para publicar un vídeo? Las visitas suelen bajar mucho en los fines de semana. La mayoría de usuarios revisa los vídeos mientras están en el trabajo. Los días más adecuados son el lunes y el martes. El momento elegido puede influir mucho en el éxito final.
- También incide mucho, en el momento adecuado para la publicación del vídeo, su temática. Es el caso de vídeos relacionados con temas de actualidad, fiestas anuales, temas muy virales en la red, etc.
- El objetivo que debemos perseguir no es crear un vídeo viral. Si vamos únicamente con este objetivo, el vídeo no funcionará. Aunque pensemos en la psicología de todos los que visualizarán nuestro producto, podemos incurrir en errores. Lo mejor es pensar en realizar un buen vídeo, de calidad, con un buen equipo tecnológico y los ayudantes más adecuados.
- El componente emocional es importante. La felicidad y la alegría con que se realiza un vídeo se transmite a quienes lo ven, y ello potencia su viralidad. Si nos hemos emocionado al grabarlo, quien lo vea también se emocionará.
- Continuando con las emociones, las personas tenemos emociones de varios tipos, desde un nivel bajo, como es el caso de visualizar tristeza o injusticia, hasta otras con un nivel más alto, como la alegría, la justicia y el amor. Estas últimas son mucho más virales. Por ejemplo, si conseguimos que el usuario se estremezca al ver el vídeo, podemos tener la seguridad de que lo compartirá, lo almacenará, y el producto será muy viral.
- Una historia interesante, con gancho. Historias de superación, de éxito en la vida, son ejemplos de ello. Además, los recuerdos que tienen que ver con la música o con elementos nostálgicos son muy útiles para conseguir que la audiencia se conecte con el video
- Aportar información. La audiencia siempre está buscando nueva información, contenidos muy interesantes, y la mejor forma de llevar a cabo su día a día. Los contenidos motivadores y con buena información aumentan mucho las posibilidades de ser compartidos. Los vídeos tienen un elevado potencial de información.
- El vídeo debe ser “compartible”. En este sentido, el tono utilizado, las imágenes, el mensaje final, tienen que estar bien integrados en la red de personas que forman parte del entorno del usuario. Todos queremos “quedar bien” ante nuestros amigos digitales.